lunes, 25 de noviembre de 2013

Palabras de un americano lakota

Citaré aquí las palabras de un indio sioux, o por decirlo mejor, de un americano lakota. Son éstas:

"Sin duda había muchas cosas del cristianismo primitivo que podían ser atractivas (...), y las duras palabras de Jesús al rico y sobre el rico habrían sido del todo comprensibles para el indio). Sin embargo, la religión que se predica en nuestras iglesias [las cristianas] y que practican nuestras congregaciones, con su elemento de exhibición y de autoexaltación, su proselitismo activo y su abierto desprecio de todas las religiones salvo la suya propia, le pareció extremadamente repelente durante mucho tiempo (...).

La publicidad y el fariseísmo no eran los únicos elementos de la religión extranjera que ofendían al hombre rojo. A él le parecía escandaloso y casi increíble que entre esa gente que pretendía ser superior hubiera muchas personas irreligiosas, que ni siquiera aparentaban profesar la fe nacional. ¡No solo no la profesaban, sino que se degradaban hasta el punto de insultar a su Dios con palabras profanas y sacrílegas! En nuestra lengua, Su nombre no se pronunciaba en voz alta, ni siquiera con la máxima reverencia, y mucho menos con ligereza o irreverencia.

Y aún más: incluso en los hombres blancos que profesaban la religión encontrábamos muchas contradicciones en lo que atañe a su conducta. Hablaban mucho de cosas espirituales, mientras que sólo buscaban lo material. (...)

Mi creencia personal, al cabo de treinta y cinco años de experiencia de ella, es que no existe una cosa tal como "la civilización cristiana". Creo que el cristianismo y la civilización moderna son opuestos e incompatibles y que el espíritu del cristianismo y el de nuestra antigua religión son esencialmente el mismo."

Extraído de la obra "El alma del indio" de Ch. A. Eastman (Ohiyesa), editada en español por José J. de Olañeta

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